La Corporación Ambiental de la Frontera Nororiental (Corponor), reveló que el bosque del departamento se ha ido perdiendo gradualmente ante el accionar de la mano del hombre, al señalar que desde hace 20 años, unas 214 mil hectáreas han sido arrasadas por la tala, factor de impacto para este ecosistema que se encargan –entre otras- de generar agua para la población.